Con 145 hectáreas recuperadas del antiguo basurero de la Ciudad de México, busca ayudar también con la escasez de agua.
Fuente: Tec Review: https://tecreview.tec.mx/2021/02/03/ciencia/parque-cuitlahuac-de-basurero-a-un-nuevo-chapultepec/

Expertos aseguran que se debe tener cuidado con las especies de la zona. (Foto: Cortesía Laurent-Gilles Herbiet Santos)

El año pasado se inauguró la primera etapa de las obras del Parque Cuitláhuac, ubicado en la alcaldía Iztapalapa, con el objetivo de renovar la zona y tener un bosque urbano.
Con 145 hectáreas recuperadas del antiguo basurero de la Ciudad de México, busca convertirse en el nuevo Chapultepec de la zona oriente, pero más pequeño, su espacio representa una quinta parte de aquel.
Esta primera operación contempla un humedal urbano de 8,795 metros cuadrados, cuenta con un pabellón hidrobotánico y una planta de tratamiento de aguas residuales, de acuerdo con datos proporcionados por Jesús Antonio Esteban Merino, secretario de Obras y servicios de la Ciudad de México.
Para poder rehabilitar este humedal se traspasaron 12,000 metros de tule de los humedales existentes en Xochimilco. Alejandro F. Alva Martínez, biólogo por la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM), quien participó en los inicios de este proyecto, indica que es una iniciativa destinada a “reactivar los cuerpos de agua existentes en la Ciudad de México”.

(Foto: Cortesía Laurent-Gilles Herbiet Santos)
Los humedales son vitales
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) define a los humedales como “áreas terrestres saturadas o inundadas de agua de manera estacional o permanente”.
Estos ecosistemas son de vital importancia ya que funcionan a manera de reservas ecológicas, donde su principal característica es ser un vaso regulador de agua. Son capaces de filtrar este líquido hacia los acuíferos y proveen de hábitat a diferentes especies.
Los humedales artificiales son tecnologías verdes que buscan replicar las funciones de los humedales naturales, con la diferencia de emplear aguas residuales.
“En los humedales artificiales se busca tener algo parecido a la composición con especies nativas, recientemente se ha intentado a través de rehabilitación y recuperación replicar la composición, estructura y función de los humedales naturales”, describe Carlos Galindo Leal, director general de Comunicación de la Ciencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Una de las principales características de los humedales es que son altamente resilientes. Por su rápida adaptación, se pueden ajustar a un ecosistema distinto.
“El potencial de creación de estos humedales en la cuenca de México es muy alto, ya que –en el caso de Cuitláhuac– históricamente pertenecía a un lago nativo del Valle. Aun en lagos artificiales o sumamente modificados, se puede crear un gran oasis de biodiversidad”, detalla Galindo Leal. Diversidad como patos, ajolotes y otras especies acuáticas.
Para la realización del humedal en el parque Cuitláhuac se trasplantaron tules de Xochimilco. Para su parte hídrica utiliza una planta de tratamiento combinada de aguas residuales y pluviales, donde a través de biotecnología se utiliza organismos para limpiar el agua y posteriormente verterse sobre el humedal, con una capacidad de 10 litros por segundo.

(Foto: Cortesía Laurent-Gilles Herbiet Santos)
Ayuda en Iztapalapa
Uno los beneficios de este tipo de humedales es, por ejemplo, dejar de depender de pipas para regar espacios verdes. “Podría ser una montaña para generar más agua en un lugar donde se está perdiendo. Estos humedales artificiales van a funcionar para Iztapalapa”, asegura el biólogo Alva Martínez.
Otras ventajas son la disminución de los niveles de temperatura a nivel local, la fijación de carbono y aumentar la humedad a través de los niveles de evapotranspiración.
Como parque urbano, la gran cantidad de espacios ayuda a tener lugares específicos para cada acción recreativa, descanso o zonas verdes.
“La idea del parque Cuitláhuac es ir recuperando la identidad de nuestra cuenca, en la cual se tenía una relación estrecha con los organismos acuáticos”, indica Carlos Galindo.
Por medio de los humedales, las plantas se ven beneficiadas de los nutrientes como el nitrógeno y el fósforo. Estos ayudan a limpiar el agua residual.

La biodiversidad en el Parque Cuitláhuac (Foto: Cortesía Laurent-Gilles Herbiet Santos)
Implicaciones a largo plazo
El presupuesto destinado para esta primera etapa fue de 235 millones de pesos en 42 hectáreas atendidas, del total de 145, donde participaron más de 200 especialistas de diferentes temas, así como la coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente.
Respecto a los retos a los que se enfrentará el humedal no solo es el “presupuesto para crearlo, sino para mantenerlo ya que hay plantas requieren de cuidados para evitar plagas”, comenta Antonio Lot Helgueras, investigador del instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Parque Cuitláhuac (Foto: Cortesía Laurent-Gilles Herbiet Santos)
De igual forma, los especialistas aseguran que al ser un parque de recreación urbana, social y cultural, la actividad humana puede crear un impacto negativo. Por esto, es indispensable una cultura de cuidado, informar sobre su funcionamiento y su importancia para esta zona.
“El principio elemental es la educación y orientación, así como personas especializadas en el cuidado de los humedales”, asegura el investigador Helguera.
Así, el parque Cuitláhuac pasó de ser un basurero a ser uno de los megaproyectos con tecnología verde de la Ciudad de México, destinado a recuperar espacios, mejorar la calidad de vida y con un pulmón para los habitantes de Iztapalapa.